Cientos de flores, velas y fotografías recuerdan a las víctimas en las calles de Oslo
Me había despedido de Ciudadana hasta setiembre con un animado post sobre la isla de Sicilia. Hoy por desgracia ha cobrado un triste protagonismo otra pequeña isla, la isla de Utoeya en Noruega.
Como ser humano, persona y madre no puedo dejar de manifestrar mi horror, espanto y consternación ante la gran tragedia acaecida en Oslo.
No me sale ni una palabra más y mi pensamiento está anclado en los jóvenes adolescentes a quienes se les robó su futuro y en sus familias.
Me uno con el corazón a su dolor que no es solo dolor de los noruegos sino debería serlo de toda la humanidad y de los que en este momento seguimos aún con vida.
Me uno con el corazón a su dolor que no es solo dolor de los noruegos sino debería serlo de toda la humanidad y de los que en este momento seguimos aún con vida.
Testimonio de una superviviente en ABC.
Amiga Katy, me uno a ti y todo el que sienta dolor por el mal ajeno, para estar al lado de esas familias rotas por la ira de un loco, o un fanático.
ResponderEliminarQuerida amiga, te acompaño en ese trance tan triste.
Un abrazo para todos los que están sufriendo esta tragedia.
Jecego-
Gracias Katy por tu siempre estar, y en esta ocasión tambien me uno a este homenaje por esta pena, jamas entendere esta forma de hacer daño, de esta forma de fanatismo.
ResponderEliminarCuidate mucho amiga y disfruta tu dia a dia.
Un abrazo.
Me uno a este homenaje aunque ya en mi blog
ResponderEliminarhe tenido un recuerdo para ellos.
Besos
Ese es el resultado de la homofia y la crueldad a la peor manera hitleriana...primero de la noticia daban el atentado al fundamentalismo yijadista, despues se ha visto que era uno de su misma tierra..bueno ya lo habreis leido.
ResponderEliminarUm abrazo
Con todo el dolor posible desde la distancia, también quiero estar a vuestro lado en el luto por noruega...
ResponderEliminarEl terrorismo no tiene nacionalidad: hoy aquí, mañana allí, pero siempre en el corazón del hombre. ¡Dios, qué lacra!
ResponderEliminarLo peor de todo es que habrá nuevos atentados...nuevas muertes.
ResponderEliminarEl fanatismo nos corroe..
Besote guapa
No es Noruega; algunos meses antes la matanza fue en Tucson, Arizona, y mañana o cualquier día de éstos, no se sabe donde, como aquel tarado fundamentalista evangélico que con motivo del aniversario del 11S, con una biblia en una mano y un arma en el cinto quiso e invitó públicamente a quemar coranes.
ResponderEliminarPero no es tan simple como decir que los autores son unos zumbaos fanáticos llenos de odio,que tienen la cabeza metidos dogmas y fundamentalismos religiosos, putas ideas políticas o odio al inmigrante, al extranjero o a de otra raza.
No. Hay muchas cosas detrás. Hay muchas señales más que evidentes, que se van manifestando de una manera constante y sistemática. Y el que no quiera verlas es porque mira para otro lado. El huevo de la serpiente lleva tiempo incubándose: El advenimiento del fascismo. Tienen suficientes medios de desinformación, manipulación y propaganda incitando al odio: en USA el Tea Party, Muldoch, la Fox, Grenn Berck...En España Intereconomía, COPE, ABC, La Razón...llenos de "pequeños talibanes de sacristía", infectado de goebles, calumnistas y tertulianos incitando al odio y la confrontación...
Estos tarados han sido los brazos ejecutores, pero "los autores intelectuales" de ésta matanza han sido otros. Hace algunos años leía un artículo de Juan José Millás que decía que el fascismo necesitaba la colaboración de "el miedo y la ignorancia" de la gente. Lo estamos viendo en éstos últimos años: el ascenso en Europa de partidos de ultraderecha, racistas o xenófobos en todas las elecciones locales o nacionales. El huevo de la serpiente sigue su incubación.
Este tipo de hechos es algo totalmente inhumano.
ResponderEliminarMe uno al dolor que embarga al pueblo noruego, y de las familias afectadas.
Algo tendría que ocurrir en las conciencias de las personas que planean y desarrollan este tipo de actos atroces.
Desde mi Colombia
Un abrazo
Por qué??...Nunca he llegado ha comprender lo absurdo estos actos terroristas.
ResponderEliminarLos he vivido muy de cerca por la profesión de mi marido, cada vez que sucede el miedo me vuelve a recorrer el cuerpo...
Me uno a tu homenaje, yo también los he recordado hoy.
Un beso
Hola Katy!! Qué horror amiga, me uno en este homenaje a los que perdieron su vida en esta barbarie. Tienes razón no debería ser el dolor solo de los noruegos sino de todo el mundo.
ResponderEliminarCuídate amiga.
Besosssssss
Me sumo a ese silencio, por que no somos ni de aqui ni de allá, somos seres vivientes, y la tragedia de unos es la tragedia de todos. Un fuerte abrazo, Katy
ResponderEliminarLlego tarde para comentar, pero creo que en estos casos cualquier opinión en contra de la violencia es bbuena. Yo me uno al pueblo noruego en el dolor ante esta trmenda masacre sin sentido alguno. La muerte no tiene remedio, pero sí lo tiene el saber consolar a aquellos familiares que se quedan en el mundo. La justicia tiene que hacerse cargo del caso y aplicarla con la mayor severidad posible.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo también me uno al dolor de tantas familias y al pueblo noruego, todos somos ellos.¿Cuando se acabarán estas barbaridades?
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a todos por comentar y uniros a esta gran tragedia que tardaremos en olvidar. Y ojalá lo que decimos siempre que nunca más se vuelva a cometer semejante atrocidad en ningún lugar del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo para todos
Me sumo al dolor.
ResponderEliminarDuelen estos episodios .La tristeza es universal pues hoy es Noruega y mañana puede ser cualquier pueblo del planeta.
Aquí lo comparamos con el atentado a la Amia que tantas muertes causó.Y que está aún sin esclarecer.Las familias siguen pidiendo justicia.
Abrazo.