Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria)

 

El monasterio de Santo Toribio de Liébana (Siglos VI-XVII) se encuentra en el municipio de Camaleño, cerca Potes. Está a cargo de los padres Franciscanos. Por cierto el día 16 de Abril comienzan su año jubilar, porque los años jubilares lebaniegos se celebran cada año que San Toribio (16 de abril), cae en domingo, en la que se abrirá la Puerta del Perdón para recibir a los peregrinos.

Puerta del Perdón

Junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del cristianismo.  Fue declarado Monumento Nacional el 11 de agosto de 1953

El templo es de una sola nave de influencia cisterciense, gótico monástico y su claustro es de estilo herreriano (s.XVII)
El monasterio en su día albergó la creación de las obras de Beato de Liébana.

El templo es de influencia cisterciense, gótico monástico. De escasa decoración salvo en los capiteles que muestran cabezas humanas y de animales en especial los de toro y oso, que según cuenta la leyenda ayudaron a Santo Toribio a construir la iglesia. 

En el ábside central se venera un icono relativamente reciente. En el ábside de la derecha nos encontramos con la figura de Nuestra Señora de los Ángeles (s XVI) y en ábside del Evangelio la imagen yacente de Santo Toribio de Liébana (s XIV).

En el monasterio se conserva en una capilla de estilo barroco colonial (XVIII) la reliquia del Lignum Crucis, que, en este caso, es el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo. La reliquia llegó al Monasterio al mismo tiempo que los restos de Santo Toribio, alrededor del siglo VIII de manos de Santo Toribio desde Roma a donde llegó en el Siglo VI.

Desde la plaza se accede al claustro monástico, edificado en el s.XVII, en estilo herreriano, a cuya entrada se encuentra un admirable relieve de Jesús Otero, que representa a Beato en su Scriptorium. En el centro del claustro se encuentra una bonita fuente de agua que nos recuerda que Cristo es la fuente de agua viva (Jn 4,5-43).

Beato en su Scriptorium

Durante la Edad Moderna se inicia la decadencia del monasterio, al transformarse en parroquias un gran número de las iglesias lebaniegas que de él dependían, acabando su vida monástica con la desamortización de Mendizábal, en 1837.  En 1960, tras la restauración del ruinoso edificio, se hacen cargo los Frailes Franciscanos; la misma Orden que custodia los Santos Lugares de Jerusalén.

En los alrededores del  monasterio nos encontramos con las ruinas de diversos santuarios, documentados como el de Santa Catalina que visité, desde donde se divisan espectaculares vistas.

 

Durante todo el tiempo acompañados por los impresionantes Picos de Europa