Algo alejada del pequeño núcleo urbano nos llevaron en un paseo a visitar esta bella ermita que está asentada en lo alto de una ladera en un magnífico paraje. Fue la Iglesia primitiva románica de un pueblo llamado Hortezuela del que ya no queda nada.
Cuando te detienes ante un monumento de esta índole en medio de la nada, te vienen a la cabeza un montón de preguntas.
Esta ermita del S. XI, aparece citada por vez primera en un documento del año 1123. Pero no hay nada claro porque parece que determinadas estructuras pertenecen a un templo prerrománico anterior. Esto último sin confirmar.
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La torre se sitúa a los pies del templo, tiene dos cuerpos claramente definidos, el inferior de mampostería y el superior de sillería donde se abren dos ventanales de medio punto de sencilla factura abiertos a su lado sur, mirando al pueblo.
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La anécdota es que la joven que nos lo iba a enseñar llevaba el manojo de llaves. Al llegar a la verja la llave entraba pero se resistía abrir. Fuimos probando unos y otros a ver si conseguíamos abrirla. Los críos se colaron por la verja y probaron con la puerta de entrada, tampoco abría. Conclusión: ¡No eran las llaves!
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Columnas y arquivoltas de la portada
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Capiteles de la portada
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Volvió al pueblo y trajo las originales. Nadie sabía como encender las luces y entramos a ciegas, gracias los flashes de las cámaras de fotos y una poca luz que se filtraba por unas pequeñas ventana pudimos descubrir el interior y contemplar la imagen de la Vírgen
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La capilla mayor, a la que se accede a través de un arco triunfal sustentado por columnas y capiteles románicos, donde se conservan unas curiosas pinturas al fresco, y que se cubre con bóveda de medio cañón; articulándose en sus muros laterales una arquería ciega con una buena colección de capiteles figurados.
La cabecera se cubre con bóveda de medio cañón que conserva restos de los frescos que la adornaban y en cada muro lateral del presbiterio hay tres arcos ciegos sobre dos columnas.
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Bonitas fotos. La virgen se me parece a una imagen que había donde vivía en Caracas.
ResponderEliminarBesote guapa
Tiene una cara gordita y muy dulce.
EliminarMe alegra traer buenos recuerdos ya lo sabes.
Bss
El interior de la ermita me parece precioso. Has hecho unas fotos estupendas.
ResponderEliminarBesos
Para estar a oscuras me sorprendió lo bien que han quedado. Es muy bonita la imagen y la Iglesia-ermita actualmente.
EliminarBss
¡Cuántos templos preciosos en esa Castilla silenciosa y a veces muda que habla de un pasado más esplendoroso! Bellísimas imágenes!
ResponderEliminarLlevas razón, a veces me da pena ver el deterioro que sufren algunas que parecen reliquias como dices que nos hablas de un pasado mejor.
EliminarBss
Hola Katy: lo dicho en el anterior artículo sobre la ermita: las pinturas en policromía me parecen espléndidas, sin duda las fotos las hacen justicia. Muy completas las descripciones. Un abrazo.
ResponderEliminarPues me encanta descubrir estas ermitas que por fuero dicen tan poco y hablan tanto cuando entras. Cuando entras a pesar del frío la energía que te envuelve es positiva.
EliminarBuen finde
Me parece impresionante esta Ermita Katy, además está en perfecto estado. He visitado bastantes y muchas de ellas están algo descuidadas. las fotos extraordinarias, muchas gracias por acercarnos rincones tan bonitos. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarMuy cuidada. Los vecinos del pueblo la tratan bien y por eso ha llegado como ha llegado hasta nuestros días. Gracias a ti por ser siempre tan positivo.
EliminarBuen finde
Un templo curioso; y la virgen también con su colorete en la cara. Besos.
ResponderEliminarLa Virgen parece una moza de los pueblos del note. Con esos coloretes y la piel tan blanca. A mi me gusta:-)
EliminarBss
Una joya abandonada a su destino en el campo.La cuidan muy bien los vecinoa, si no daria pena verla.
ResponderEliminarGracias Katy, por enseñarnos tantos tesoros que hay por ahí perdidos:))
Buen fin de semana.
Un beso
Si no fuera por los vecinos la mitad de nuestras iglesias estarían por los suelos. Allí en medio dela nada y casi sin recursos.
EliminarBss y bue finde.
Espero que vayas mejor.
Impresionan estas iglesias antiquísimas perdidas en los campos de Castilla, aisladas, en entornos rurales, que sugieren un esplendoroso pasado hoy perdido. Asombra en este caso la puereza de los perfiles macizos de sillares regulares y las pinturas en buen estado de conservación que se atesoran en su interior.
ResponderEliminarUn beso
Imagina que después de estas peripecias de las llave conseguimos entrar y no había luz. Pero cuando nuestros ojos se acostumbraron a la media oscuridad nos quedamos todos sorprendidos de lo bonita y bien cuidada que estaba. Eso no nos contaron nada acerca de ella.
EliminarBss
Me encantan la simpleza y la sencillez de esas pequeñas iglesias románicas en medio de la naturaleza, con las paredes pintadas en el interior, como esta que nos traes. La sencillez parece que esta muy cerca de la belleza. Abrazos, Katy.
ResponderEliminarA mi me fascinan, Ya sabe porque lo he comentado más de una vez que es mi estilo arquitectónico preferido. Y cuan¡do te encuentras un templo así en medio de la nada te maravillas aún más
EliminarBss