Al principio la ruta resulta un poco árida pero cuando llegamos a la zona boscosa es sorprendente.
Un bello paseo por la naturaleza, en un lugar que tiene uno de los bosques más hermosos de la región madrileña. Una caminata de unos 6 kilómetros entre ida y vuelta entre abedules, acebos, robles, cerezos, avellanos y serbales de los que no tenía ni idea.
El regalo nos lo han hecho y ha merecido la pena estas cuatro horas de fácil recorrido por este trocito de la sierra Madrileña poco conocida por profanos como nosotros.
Guiados de la mano por Enrique experto en todos estos temas hemos descubierto huellas de zorros, lobos, ratones, corsos, jabalíes por la zona. Hemos adquirido un ligero conocimiento sobre el comportamiento de algunos animales y aves y terminologías como por ejemplo el significado de la palabra boyal, que viene de bueyes. Este lugar fue y el paso natural o vía pecuaria donde pastaban los bueyes.
Todo ello aderezado con narraciones y leyendas sobre hadas, elfos, y habitantes de los bosques.
Nos comentaba Enrique porque pasamos calor a lo lindo, que la mejor época de visitar el lugar es Otoño. De hecho algunos árboles ya empezaban a otoñear a causa de la bajas temperaturas nocturnas.
No voy a hacer una disertación ecológica ni hablar de la naturaleza de la que soy amante pero poco entendida, porque lo harán las fotos por mi.
Un bello ejemplo de Abedul
Tronco de abedul
Acebo
Roble
Tronco de roble
Hojas de roble
Cueva
Adentrándonos en la Dehesa nos encontramos con un pilón llamado fuente de Fuenfría en dónde corrimos a refrescarnos y hacer una foto grupal junto a un bello tronco de abedul que crecía en horizontal.
No dejó que nadie se subiera porque explicó que subiendo dañamos la corteza y el árbol se vuelve vulnerable al ataque de los parásitos e insectos.
A lo largo del camino vimos vacas, toros y algún ternerito
Pluma de Arrendajo común
Cedillas de una colmena
Las agallas, abogallas o cecidias son estructuras de tipo tumoral inducidas por insectos y otros artrópodos, nemátodos, hongos o bacterias. Se trata de la respuesta del vegetal a la presencia del parásito con un crecimiento anómalo de tejido que intenta aislar el ataque o infección
Nos explicaron el funcionamiento del potro de herraje, un vestigio del pasado
Acebo en una huerta
Terminamos nuestro paseo frente la Ermita de la Soledad en dónde nos contó la historia de uno de los sucesos más conocidos de la Guerra de la Independencia. Los carteles ya hacen mención a la caballería polaca, al mando de Napoleón, que se enfrentó a las tropas españolas en la batalla de Somosierra en 1808.De hecho la ermita es un lugar de visita para los polacos que vienen para honrar a sus héroes
Varias placas nos recuerdan y Los carteles hacen mención a la caballería polaca, al mando de Napoleón, que se enfrentó a las tropas españolas en la batalla de Somosierra en 1808.
De hecho la ermita es un lugar de visita para los polacos que vienen para honrar a sus héroes
Esto y mucho más en la página Web de Natursierra para los que amáis la Naturaleza
Cedillas de una colmena
Agallas
Las agallas, abogallas o cecidias son estructuras de tipo tumoral inducidas por insectos y otros artrópodos, nemátodos, hongos o bacterias. Se trata de la respuesta del vegetal a la presencia del parásito con un crecimiento anómalo de tejido que intenta aislar el ataque o infección
Mantis religiosa
Algunos burritos nos recibieron a la entrada del pueblo
Nos explicaron el funcionamiento del potro de herraje, un vestigio del pasado
Acebo en una huerta
Terminamos nuestro paseo frente la Ermita de la Soledad en dónde nos contó la historia de uno de los sucesos más conocidos de la Guerra de la Independencia. Los carteles ya hacen mención a la caballería polaca, al mando de Napoleón, que se enfrentó a las tropas españolas en la batalla de Somosierra en 1808.De hecho la ermita es un lugar de visita para los polacos que vienen para honrar a sus héroes
Ermita Nuestra Señora de la Soledad
Varias placas nos recuerdan y Los carteles hacen mención a la caballería polaca, al mando de Napoleón, que se enfrentó a las tropas españolas en la batalla de Somosierra en 1808.
De hecho la ermita es un lugar de visita para los polacos que vienen para honrar a sus héroes
Torre de la Iglesia
Esto y mucho más en la página Web de Natursierra para los que amáis la Naturaleza
Buen paseo por esa hermosa sierra. En esta ocasión has cambiado tus recorridos por la ciudad, por el de la Naturaleza. Hace tiempo que no hago una excursión por la Sierra. Estuve hace unos años haciendo un recorrido por el Torcal de Antequera y por la Sierra de Cazorla, donde nace el Guadalquivir.
ResponderEliminarBesos
No retomamos los paseo por Madrid hasta Octubre. Este de ayer fue un regalo de una hija que se preocupa que no nos oxidemos:-)
EliminarNos encanta también la naturaleza pero como todo. Cuando te lo explican es mejor. Bss
Estar en la campiña siempre es agradable. Sobretodo si está llena de árboles como la sierra madrileña.
ResponderEliminarBesote guapa
Cierto. Y se aprenden cosas que nuestros antepasados cercanos, abuelos y bisabuelos conocían a la perfección.Nosotros estamos desarraigados del hábitat natural. Bss
Eliminar¡Qué bonito paseo y qué preciosas y numerosas imágenes! Te felicito.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias. Porque no cabían todas:-) Es que la naturaleza es tan bella que las imágenes se quedan cortas. Pensar en cuantas cosas nos hemos cargado me pone triste. Bss
EliminarMe he quedado a medias, por lo que veo. Te decía que se parece mucho a la Dehesa de Candelario que tenemos a pocos kilómetros de aquí.
ResponderEliminarUn beso
Seguro, tampoco están tan lejos una de la otra. Igual hay otros árboles también. Bss y gracias por pasar
EliminarUumh...como me gusta la naturaleza, Katy....es para recrearse este post:)
ResponderEliminarMe encantó;)
Un beso bien grande!
Es lo que nos conecta con nuestra esencia. Somos naturaleza aunque nos quieran hacer ver lo contrario. Me alegro que te haya gustado el paseo. Bss
EliminarMe has dado una sana envidia. Me encantan los paseos por la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estamos alienados. Este tendría que ser nuestro habitat y no las colmenas de cemento en dónde vivimos. Siempre que puedo me escapo aunque sea a un parque. Un abrazo y gracias
EliminarGracias, Katy, por el paseo. Ya sabes que disfruto de tus blogs.
ResponderEliminarAbrazos.