Maranchón (Guadalajara)

Para que haya de todo y no falte de nada, del calorcito de Andalucía nos vamos a uno de los pueblos más fríos de España (Si no el más) Maranchón Guadalajara) Situado a 1.254 ms. de altitud, se encuentra al noreste de la provincia, en el límite con la provincia de Soria (Castilla y León). Aquí es en donde se te congela hasta el alma si te descuidas. Pueblo ligado un poco a nuestra vida ya que los padres de mi amantísimo cuñado y el mismo son de allí. Hemos ido con los críos bien desde pequeños a un caserón enorme que tienen y en dónde los nietos a día de hoy se lo pasan genial. La casa irradia misterio a los ojos de los niños. Escaleras, pisos, buhardilla, muebles y enseres antiguos, suelo que cruje, para cualquier niño es de lo más atractivo y fomenta su imaginación.
Yo tengo un gran recuerdo de las veces que estuvimos (no solo por el frío) si no porque el pueblo está enclavado dentro de la ruta denominada “Ruta de los fósiles”; y para alguién como yo que le encanta escarbar y buscar tesoros por el suelo es justo la cuenta. Hace 30 años, por los terrenos recién arados se podía encontrar miles de belemnites y amonites diseminados por doquier y por supuesto que el entretenimiento lo tenía asegurado. Hasta a dia de hoy los estudiantes de geología realizan prácticas en la zona. Nos lo hemos pasado muy bien en Agosto jugando con los nietos buscando fósiles por aquellos caminos. "Abuela este es un fósil"? "Que no, es solo un cacho de piedra" Por la noche jugando al juego de las pistas, con sus linternas y muertos de miedo, y en dónde en una ocasión tuve el honor de hacer de fantasma. Realmente la casa se presta a estas chorradas.
El pueblo además cuenta con un a gran explanada (Alto llano) que es donde el viento da la vuelta ideal para tirar platos, volar cometas.
Ahora el paisaje ha cambiado un poco, porque todo el paisaje se ha transformado en un enorme parque eólico, sembrado de molinos de viento, que a mi parecer le da un look de un planeta exótico, o de un gran decorado futurista.
Maranchón perteneció, desde la reconquista, al Común de Villa y Tierra de Medinaceli, y desde el siglo XV, estuvo bajo el señorío de los La Cerda, grandes duques de Medinaceli. En general la población comenzó a dedicarse por entonces a la trata del ganado, muy especialmente al mular, recorriendo lugares los más diversos de España, con sus mercaderías y reuniendo grandes cantidades de dinero, que muchos aplicaron a construir grandes casonas en su pueblo. La mecanización de los últimos años hizo que el negocio de la trata de mulas perdiera su prosperidad, por lo que la inmensa mayoría de los maranchonenses emigraron, y, aunque todavía ricos y con prósperos negocios, la vida en el pueblo ha quedado apagada, y recorrer sus calles desiertas, contemplar sus magníficos edificios abandonados, supone un espectáculo fantasmal como apunté antes.
Aunque los últimos años se ve que los descendientes van arreglando las casa y las hay de construcción nueva. Maranchón cuenta además con un pequeño patrimonio que merece visitarse. Si andáis por estos lares (Siguenza, Alcolea del Pinar, Molina de Aragón) daros una vueltecita en verano que el pueblo parece que tiene aire acondicionado y os va a encantar.
La Ermita de la Virgen de los Olmos (Año 1.733)
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (S.XVII)
Ayuntamiento y su Torre del reloj
La Plaza de Toros (la segunda de la provincia, construida en piedra).
La Fuente vieja
Sus casonas levantadas a finales del S.XIX y principios del XX