El monasterio de San Salvador, fundado por San Rosendo, en el año 936, es el principal monumento de la villa gallega de Celanova en la provincia de Orense; en la actualidad es de propiedad pública desde la desamortización del siglo XIX sirve como Ayuntamiento e Instituto
Destaca su imponente fachada. Fue la primera obra que se inició tras la constitución y el desarrollo del monasterio, con la intención de realizar un nuevo edificio para éste, que se amoldara a las circunstancia positivas del momento. Se trató de transformar la iglesia románica primitiva, en un templo clasicista y barroco.
En ella destacan las imágenes de San Benito (centro), San Rosendo (derecha), con una piedra en una de sus manos, haciendo referencia a la leyenda que narra el lugar elegido para el cenobio y el obispo de Guadix San Torcuato (izquierda, copatrón de la villa junto a San Rosendo), así como el escudo abacial bajo una espectacular corona vaciada presidiendo el edificio.
En el crucero se eleva la gran cúpula, obra de Pedro de Monteagudo, decorada con sartas de frutas, escudos en sus pechinas, y pinturas de carácter hagiográfico.
En medio de la plaza hay una fuente del siglo XVIII que se encontraba en un pasado en uno de los claustros del interior del monasterio.
Los claustros
El claustro presenta dos cuerpos. El inferior, renacentista, obra de Juan de Badajoz, del siglo XVI, presenta bóvedas de crucería. Como decoración cabe destacar que en los soportes de toda la arquería gótica se pueden contemplar medallones con bustos de personajes históricos (Carlos V, Felipe II de España, Juan de Austria... y figuras oníricas y monjes benedictinos, uniendo los arranques.
El superior, del siglo XVIII, de estilo barroco. Se considera a Fray Plácido Iglesias, monje arquitecto de Celanova, natural de Terra de Montes (Pontevedra), artífice de esta ornamentación, al tiempo que se le atribuye construcción de la escalera abacial que comunica los dos pisos de este claustro, y que también da acceso a la torre de los abades.
Una mención merecen las gárgolas
Paseando por el claustro
El monasterio tal como lo vemos hoy se rehabilita en entre los años 1982 y en 1984, pasó a ser la sede del Instituto de Enseñanza Secundaria Celso Emilio Ferreiro. El claustro reglar fue rehabilitado en 1996 para albergar dependencias regionales y del ayuntamiento, la oficina de turismo, la biblioteca municipal, un centro de servicios sociales, la vivienda del párroco… y la torre campanario se restauró en 2012.
Continuará en una segunda parte
En Celanova tengo familia. Este monasterio lo he visitado muchas veces, encontrado siempre cosas nuevas por ver. Tus fotos me lo demuestran otra vez.
ResponderEliminarBesote
Siendo así te lo conoces bien. A mi me sorprendió su majestuosidad y luego el uso y cuidado que tienen con el. Gracias Doc.😘
EliminarNada más que por ver esta joya, ya merece la pena visitar esta ciudad. Estaré atenta a la cointinuación.
ResponderEliminarBesos
Así es. Hay tantas joyas por descubrir que no tendremos vida suficiente. Pero aún así tenemos que intentar ver lo máximo posible. 😘
EliminarEntre el gótico y el barroco estas construcciones nos asombran a la vez por su austeridad y su decoración sobre la fría y dura piedra granítica.
ResponderEliminarUn beso
La austeridad no le resta grandeza ni monumentalidad. Es admirable como construían antes y a como lo hacen hoy. Y encima sin contaminar. Gracias Carmen😘
EliminarLa magnificencia de la obra, habla del importante pasado que debió tener la población.
ResponderEliminarBien merece la visita, ya lo creo.
Saludos.
Cuando veas la sorpresa que guarda en el jardín te sorprenderá aún más. Gracias. Un abrazo
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