Hemos tenido el privilegio de pasar un fin de semana aquí en Valdepajares de Tajo, declarada como Área
Privada de Interés Ecológico , un espacio natural protegido privado de Extremadura.
Me va a ser difícil resumir las experiencias vividas, pues son eso, experiencias y vivencias en dónde cada cual tiene las suyas personales. Solo puedo decir que he disfrutado de cada salida, de cada explicación en dónde en cada momento me pude sentir parte de la naturaleza y no solo como espectadora. Esta sensación no es fácil de describir, conectar con nuestros orígenes ya olvidados en nuestro día a día acostumbrados como habitantes felices dentro de nuestras ciudades modernas urbes de rascacielos y hormigón.
Al fondo la Sierra de Gredos
Oír hablar de proteger la biodiversidad son palabras que me habían sonado a teoría hasta ahora y creo que es sumamente importante educar para proteger y conservar los espacios naturales a las generaciones futuras.
Vivencia Dehesa ofrece una finca donde enseñar y aprender sobre naturaleza y agricultura, que se consigue a través de los paseos, rutas y una serie de actividades muy entretenidas independientemente de la edad. Seguir e identificar las huellas de distintos animales, observar su comportamiento, aprender sobre los oficios de nuestros antepasados no solo enriquece nuestros conocimientos sino que nos sitúa y nos ubica en el tiempo y espacio.
Ver a las aves y la fauna silvestre en su hábitat natural es desde luego muy gratificante así como pasear por los distintas áreas de la vegetación diversificada del recinto tanto en visitas diurnas como nocturnas resultan sumamente interesantes.
Una de las actividades que resultó muy divertida y nos ha encantado a todos fue la fabricación de queso de manera artesanal. Nos dará la posibilidad de llevarla a cabo en nuestras casas para sorprender a los nuestros con esta nueva habilidad adquirida.
No se trata en este post dar explicaciones de los conocimientos adquiridos porque creo que lo interesante es hacer la experiencia que por cierto me gustaría repetir en otoño, en donde el colorido de la naturaleza nos ofrece seguramente otro espectáculo y contrastes.
Por último quiero resaltar que convertirnos un día en pastores y agricultores resulta divertido pero también nos ayuda a mirar con respeto, admiración y agradecimiento a los que se han dedicado a tan dura labor en un pasado no tan lejano y sin ninguna de las comodidades de las que hoy disfrutamos
Al compartir las postales que he coleccionado con mi móvil a lo largo de este finde tan diferente que pasé entre encinas y pastos, algunas charcas y lagunillas también agradecer a Enrique y Carmen el haber hecho posible esta experiencia tan especial.
Atardece en la Dehesa y otra vida despierta a la vida nocturna
La fabricación del queso en otro post
Hola
ResponderEliminarQue bonitos paisajes, muy recomendable esas escapadas al campo, para huir del ruido y el estrés de la ciudad.
Estaré atento a la entrada de creación de queso.
Saludos
Totalmente desconectado de la ciudad. Una experiencia diferente. Lo publicaré en el blog de cocina. Gracias por pasar. Un abrazo
EliminarConozco una parte de Extremadura, aunque este pueblo que comentas, nunca he estado. Son numerosos los pueblos y es dificíl pasar por todos.
ResponderEliminarBesos
Así es. Más que pasar fue estar y vivir un poco una experiencia diferente. Esto es una finca privada alejada del núcleo urbano. Gracias Antonia.
EliminarMe gusta mucho el "monte". En este caso, todavía, no he estado por ahí.
ResponderEliminarYa te contaré.
Besote
Si. Estar en contacto con la naturaleza nos pone ante nuestros orígenes que ya entre tanto hormigón y tecnología hemos olvidado. Un abrazo
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